Lo que originalmente sería un demo para que James Cameron decidiera incluir o no una canción principal en la película Titanic, terminó siendo un éxito tanto para el film como para la carrera de Celine Dion.

La madrugada del 14 de abril de 1912, hace 108 años exactamente, el famoso transatlántico británico Titanic chocó con un Iceberg en el Océano Atántico durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York, convirtiéndose en uno de los mayores naufragios de la historia.

Un trágico suceso que dio pie a la realización de una de las películas más emblemáticas del cine y el 18 de noviembre de 1997 se estrenó Titanic dirigida por James Cameron, protagonizada por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet.

James Horner estuvo a cargo de la composición de la banda sonora. La película no tenía canciones, todo era música orquestal pero Horner pensó que realmente era importante incluir una canción temática y su primera y única opción siempre fue Celine Dion, quien tiempo atrás también había interpretado el tema de Beauty and the Beast.

Cameron no estaba de acuerdo. No quería que lo criticaran por tomar una actitud demasiado comercial sin embargo sabía que era importante y decidió darles una oportunidad para que le presentaran un tema.

Cuando James Horner le hizo escuchar por primera vez la canción a Celine, a ella no le gustó. Así que por un lado estaba un director que no quería una canción en su película y por otro una cantante a la que no le gustaba la canción que había sido compuesta para ella.

Finalmente lograron convencerla y Celine aceptó, así que una noche voló a Nueva York para grabar lo que originalmente sería un demo en el Estudio A de la Hit Factory.

Celine cuenta que al pensar que esa grabación no sería la definitiva, decidió tomar previamente dos tazas de café negro con azúcar, cosa que nunca hace durante una grabación ya que el café puede cambiar un poco el vibrato y la cafeína puede lanzarla por el techo. Así que, con ese nivel de adrenalina entró a la cabina de voz, repasó rápidamente la canción y luego dijo estar lista para cantar.

Se puso los audífonos y comenzó la reproducción de la pista, empezó a cantar, se dejó llevar por la letra, poniendo la piel de gallina de los presentes y listo, quedó en esa primer toma. Una sola toma. Sin arreglos. Sin cambiar nada. ¡Wow!

Ese demo se convirtió en la grabación que escuchamos en todos los países del mundo. Como ella misma lo ha dicho; es una canción totalmente cubierta y café y azúcar.

Después de escucharla Cameron decidió incluirla al final de la película, que en su momento también fue un tema de discusión entre la disquera y el director, sin embargo poco después se dieron cuenta que fue el mejor lugar donde podían colocarla.

El mismo día que se estrenó la película, fue lanzado el álbum Let’s Talk about Love de Celine, que alcanzó rápidamnte el primer lugar en todas las listas de popularidad además de vender más de treinta millones de copias y esa misma cantidad de ventas también las alcanzó el soundtrack de la película.

My Heart Will Go On ganó un premio de la academia y cuatro Grammys y sigue sonando en todas las radios del planeta, así como en las plataformas digitales como Spotify donde tiene más de 238 millones de reproducciones.

Sin duda una canción que literalmente le dio ese «toque final» a este drama convertido en una historia de amor tan conmovedora como la interpretación de Celine Dion y que ahora es un clásico de la música romántica.